jueves, 12 de abril de 2012

23 de Enero: Liderazgo

La presentación de esta clase ha sido muy breve, desde un primer momento, el profesor nos ha llamado a participar, reuniéndonos en corro, de pie, para comenzar la primera actividad. A continuación presento las actividades realizadas durante esta sesión:



1. El director de orquesta


Partiendo de un corro formado por todos los alumnos y el profesor, de pie y en “posición neutra” (pies juntos, brazos relajados cayendo a los lados del cuerpo), hemos realizado un sencillo ejercicio de atención y ritmo, dando palmadas según las indicaciones del profesor, que actuaba como director de orquesta. Para ello, hemos tenido que concentrarnos y prestar total atención a su posición y gestos. Cuando hemos dominado este primer ejercicio, hemos ido realizando variantes algo más complicadas, como dividirnos en dos grupos, cada uno de los cuales debía obedecer a una mano del director, y más adelante, sustituir la palmada por la voz, dividiéndonos en cuatro grupos, cada uno de ellos pronunciando una palabra parecida: “rusia”, “prusia”, “fuxia” y “murcia”. Además de modificar el ritmo y el orden de los grupos, también hemos llegado a variar la altura de las voces, dependiendo de los gestos y la altura de la mano del director.


Una vez realizado estos ejercicios, hemos analizado la postura, actitud y movimientos llevados a cabo por el director, destacando tres aspectos:

- Posición inicial. De pie, en posición neutra, el director espera en silencio a que todos le prestemos atención, sin necesidad de llamarla por medio de voces o gesticulación.

- Referencia óptica. Es necesario que todos nosotros le observemos y sepamos realizar lo que nos indica sólo a través de esta observación: Han dejado de ser necesarias las explicaciones verbales para realizar el ejercicio.

- Línea imaginaria. Esta línea es la que marca la situación de las manos en la posición inicial. Se encuentra aproximadamente a la altura de nuestro ombligo, de tal manera que el brazo se doble formando un ángulo recto y las manos quedan extendidas como si estuvieran apoyadas en la línea, a la que comparamos, para imaginarlo mejor, con una mesa de metacrilato. Cuando el director realiza algún movimiento, debe ser claro y preciso, por lo que mueve el brazo completo, desde el hombro, marcando las posiciones para no inducir a error.

Reflexión:
De esta actividad podemos extraer varias conclusiones aplicables a nuestro trabajo con niños. En primer lugar, y a pesar de no formar parte explícita de la actividad, la actitud del profesor es interesante de analizar: A todos nos ha sorprendido su pose seria y estricta, hasta el punto de estar desconcertados y no saber muy bien cómo reaccionar. Este desconcierto es el que ha permitido el gran dinamismo de la actividad, y que permaneciésemos atentos y concentrados en lugar de dispersarnos, algo que habría sido probable en una situación más distendida.
Además de su actitud seria, también destacan la postura recta y los gestos claros y bien definidos, que han permitido seguir los ejercicios con precisión, así como su atención a cada uno de nosotros, ya que detectaba cualquier desviación de postura o ritmo y nos corregía rápidamente.
En algunos momentos, el profesor ha “pasado” su rol de director a alguna de sus alumnas, que ha actuado de ejemplo para que nos fijásemos más en qué se debe y qué no se debe hacer para guiar y no confundir a los compañeros.
En resumen, esta actitud, con todos los aspectos que he ido destacando, ha permitido al profesor tomar una posición de liderazgo, y en todo momento tener el control de lo que hacíamos. Esta capacidad de dirigir y controlar es fundamental para la enseñanza en todos los niveles del sistema educativo, pero creo que lo es incluso más durante la Etapa de Infantil, ya que los niños más pequeños se distraen con mayor facilidad, y es necesario que contemos con todos los recursos posibles para llamar su atención.


2. Pasa la palmada

Después de esta actividad, y todavía en corro, hemos realizado un juego que consistía en recibir y pasar una palmada a los compañeros situados a ambos lados. A medida que el juego iba avanzando, el profesor ha introducido nuevas normas en el juego, como la eliminación de las personas que fallasen, o la complicación del juego: Hemos comenzado pasando sólo una palmada, para luego ir haciéndolo más complejo con cambios de sentido (dos palmadas), y luego añadiendo la patada en el suelo simple y la doble para cambiar de sentido también.

Reflexión:
Este juego está relacionado con el anterior, en el sentido de que se sigue trabajando en gran grupo, en corro y de pie, y que además se trabajan capacidades parecidas como atención, concentración y ritmo, añadiéndose otros como la memoria, la coordinación y la direccionalidad. Como en el caso anterior, el liderazgo del profesor ha jugado un papel primordial en el desarrollo del juego: Hemos comenzado la actividad jugando, y la hemos terminado también jugando. Es decir, no ha sido necesario perder el tiempo en explicaciones ni explicitación de normas, sino que, a partir de un simple “pásalo” y una palmada, el juego se ha puesto en marcha, y hemos ido aprendiendo las normas a medida que íbamos jugando, sin que hiciese falta mandar sino sólo con el modelo del profesor, que nos daba órdenes implícitas mediante su acción. Mientras tanto, no sólo añadía retos al juego, sino que también mantenía la dinámica, mandando callar al que se despistaba y echando fuera del corro a quien se equivocaba.
En cuanto a la aplicación a la etapa de Infantil, tanto esta actividad como la anterior tienen un gran interés por la razón de que no se necesita ningún material específico ni preparación previa para realizarlas, por lo que podremos desarrollarlas en cualquier momento, por ejemplo, para lograr la atención de los niños antes de introducir una actividad más densa que requiera mucha concentración, se podría dedicar un tiempo breve a realizar un juego de este tipo. Y en cuanto a la adecuación a las capacidades de los niños, es muy fácil adaptarlas, ya que no tienen una estructura fija, sino que lo que hemos realizado han sido modelos básicos a partir de los cuales podemos introducir las variaciones y normas que nos parezcan más adecuadas para la edad de nuestros alumnos.


3. Introducción al Diapasón

La última actividad realizada durante esta sesión ha sido la de la presentación de un diapasón. Lo primero que tenemos que saber para utilizarlo, tanto en calidad de alumnos como de maestros es:

¿Qué es un diapasón?
Es una pieza metálica, generalmente de acero, en forma de U con una barra unida a su base, que en el caso del diapasón que hemos visto, termina en una pequeña bola.
¿Cómo funciona?
Se golpea suavemente una de las ramas de la U, de manera que comiencen a vibrar. La barra unida a la base y la bolita servirán para conducir y amplificar el sonido, lo que se logra apoyándolo en una superficie rígida que sirva como amplificador. Aunque hay distintos tipos de diapasón, el visto en clase y más utilizado es el llamado “La 440”, ya que genera una nota “La” de 440 Hz de intensidad.
¿Para qué sirve? 
El diapasón nunca pierde su afinación, por lo que se utiliza como referencia para afinar, a través de la comparación, tanto los instrumentos musicales como la voz. En las orquestas, el oboe se afina con respecto al diapasón de “La 440”, y luego toda la orquesta afina con respecto al “La” del oboe.

El siguiente enlace lleva a una página en la que se pueden observar los tres tipos de diapasón, el de 329,6 Hz, el "La 440 Hz", y el de 523,3 Hz. Pulsando en ellos se puede escuchar la nota que generan.
Ir a la página de Diapasón Online

Una vez conocida la naturaleza y utilidad teóricas de esta herramienta, hemos realizado algunos ejercicios para explorarlo nosotros mismos, realizando en primer lugar una rueda en la que cada uno golpea el diapasón y escucha tanto a la altura de las varillas como de la bolita del final. Después, intentamos cantar la nota “La” a la vez que la oímos.
A continuación, el profesor nos ha propuesto algunas maneras de experimentar con el diapasón con los niños, utilizando a algunas compañeras de ejemplo: Tapándose los oídos, lo escuchan al apoyar la bolita en la cabeza, ya que el cráneo transmite la vibración, y, a partir de ahí, y conociendo esta capacidad de nuestros huesos, encontrar maneras más complejas de transmitir el sonido, tapándonos un oído con la mano y otro con la muñeca, y apoyando el diapasón en el codo, o realizando cadenas de transmisión entre los huesos de distintas personas (codo, muñeca, tobillo, rodilla…).

Reflexión:
Antes de esta clase, no sabía lo que era un diapasón, ni mucho menos cómo funcionaba ni para qué servía. Su uso puede ser interesante en Infantil para tratar contenidos como el sonido, los tipos de sonido, los instrumentos y los materiales de que se componen… Además, puede ser una manera de comenzar a trabajar el oído musical y la afinación de los pequeños.
Pero, en mi opinión, la relevancia principal de esta actividad no se encuentra en el diapasón en sí, sino en la capacidad que debe tener el maestro de hacer que la presentación de cualquier objeto o contenido sea mágica. A partir de la simple herramienta del diapasón, de sus cualidades y su forma, hemos visto una muestra de lo que se puede hacer con él para descubrirlo y entenderlo, pero habría otras muchas formas de hacerlo, y lo mismo ocurre con cualquier cosa que queramos presentar en el aula. Como he comentado antes, yo ni siquiera sabía qué era un diapasón antes de esta clase, y a través de juegos tan sencillos y una breve explicación, se ha despertado mi interés por él y he entendido los conceptos fundamentales acerca de él.

4. Tarea: 

Análisis de los gestos y posturas de un director de orquesta

Como conclusión de esta sesión dedicada en gran parte a la capacidad de liderazgo que debe tener el maestro, la actividad propuesta para realizar en casa es la de visualizar y analizar los gestos que realiza un director de orquesta antes de comenzar el concierto.
En los distintos vídeos que he encontrado, he observado que cada director de orquesta realiza gestos diferentes cuando va a comenzar el concierto, aunque todos lo hacen con un mismo significado. En resumen, el patrón es siempre el mismo:
- El director entra y saluda
- Se coloca en posición, esperando para asegurarse de que los músicos le han visto y le prestan atención. En este momento puede realizar distintas acciones, como permanecer quieto con las manos cruzadas, o señalar a la orquesta moviendo el dedo o las manos.
- Junta las manos y a continuación las separa como preparación, marcando de esta manera la posición inicial.
- Vuelve a juntar las manos, marcando un pulso hacia arriba, y separando luego las manos para dar comienzo a la música.

Ver “Itay Talgam: Liderar como los grandes directores de orquesta”

Buscando en Internet vídeos para realizar este ejercicio, he encontrado un vídeo muy interesante en el que un director de orquesta israelí que además se dedica a asesor de negocios analiza el estilo de seis grandes directores del siglo XX, sus gestos y su significado, así como su modo de liderazgo. El hecho de estudiar el liderazgo a través de los modos en los que un director dirige a su orquesta tiene un significado claro: Los directores de orquesta son el ejemplo más claro de líder, ya que son los responsables de crear armonía perfecta sin decir ni una palabra, sólo a través de su gesto y su postura. En el trabajo del profesor, de igual manera, la mitad del camino estará hecho si logramos transmitir este puesto de líder a través de nuestro lenguaje corporal.

miércoles, 11 de abril de 2012

30 de Enero: Ritmo

La sesión de este día ha estado dedicada en su mayor parte al ritmo. Las actividades que hemos realizado son las siguientes:


1. Coger y utilizar baquetas

Hemos aprendido a coger dos baquetas en una misma mano, algo necesario si queremos tocar algunos instrumentos, como por ejemplo la marimba. La manera de cogerlas para poder manejarlas correctamente es formando un ángulo de 90º: Un baqueta se coloca a lo largo de la palma de la mano y coincidiendo con el dedo corazón, apuntando, si levantamos la mano, hacia el techo. La otra, de manera perpendicular, y apuntando hacia dentro, es decir, en la dirección que señala el dedo pulgar. A continuación, se cierra la mano dejando el dedo índice entre ambas baquetas, de manera que la primera quede inmóvil, y la segunda pueda ser movida con la ayuda de los dedos pulgar y meñique sobre todo, variando el ángulo de abertura entre ambas. Es importante recordar dos cosas para coger correctamente las baquetas: Por debajo de la mano no debe sobresalir la baqueta en ningún momento, y las baquetas no deben estar sueltas, deben estar siempre firmemente sujetas a nuestra mano.

Después de escuchar la teoría sobre cómo cogerlas, hemos practicado cogiendo cuatro baquetas, dos con cada mano, mientras el profesor intentaba quitárnoslas para comprobar si estaban bien sujetas.
A continuación, el profesor nos ha explicado cómo se toca generalmente con estas baquetas. Para hacer melodías, se toca sólo con dos baquetas, utilizando las dos baquetas interiores. En caso de que se quiera hacer acordes, se deben utilizar las cuatro, y para ello se va regulando el ángulo de apertura para llegar a unas u otras notas. Nos ha hecho una demostración de esto con una marimba, un instrumento parecido al xilófono pero más grande. En él, nos ha explicado cómo se localizan las notas en los instrumentos de láminas, dispuestas de igual manera que lo están en el piano. Como ayuda, nos ha enseñado una regla mnemotécnica: Siempre debajo de dos teclas negras juntas en el piano, o de dos láminas superiores en caso de marimba y similares, se encuentra una nota “Do”.

Una vez vista esta breve parte teórica sobre el uso de baquetas y aplicación a la marimba, hemos salido algunas voluntarias para hacer play-back, siguiendo una pieza de Natalie Cole. Hemos tocado dos series simples de notas: Re-Mi-Fa-Mi-Re-Mi-Fa; y Sol-La-Si-La-Sol-La-Si.
El siguiente ejercicio relacionado con esto ha sido grupal, y en él, el profesor nos ha mostrado el fragmento de una canción hasta que más o menos lo recordábamos, y nos ha dirigido para dar las palmas en el momento que correspondía en la canción. Después, nos ha dejado que lo hiciésemos nosotros solos, y por último, dos personas han intentado guiarnos, indicándonos ellas el momento de dar la palmada.

Reflexión:
Estas actividades nos han servido para saber al menos los fundamentos básicos de tocar una pequeña pieza musical en un instrumento sencillo. Hemos trabajado el oído musical y el ritmo, así como la concentración y la coordinación. La mayor dificultad que he encontrado ha sido que, aunque cuando aprendíamos a sujetar las baquetas lo he hecho correctamente, cuando estaba tocando la marimba no lo he logrado, por lo que las baquetas estaban sueltas.
El propósito principal de esta actividad ha sido demostrarnos que no necesitamos ser músicos para poder crear melodías o ritmos para trabajar en clase con los niños, y que a partir de una pieza sencilla, y ejercitando un poco nuestro oído, podemos sacar un juego de playback que puedan realizar los niños inexpertos, como hemos hecho nosotros mismos sin saber música.


2. Los números corporales

La segunda parte de la clase ha estado dedicada a realizar ejercicios rítmicos trabajando sólo con nuestro cuerpo como instrumento de percusión (utilizamos la técnica de percusión corporal). En primer lugar, el profesor, de nuevo actuando como director de orquesta, ha ido realizando distintos ritmos con el cuerpo para que nosotros le imitásemos. Después, hemos asignado un número a cada parte del cuerpo, dando palmadas en estas partes de manera sumativa según los distintos números que se nos indicasen, siendo:
1= palmada
3= palmada + 2 pecho
5= palmada + 2 pecho + 2 piernas
7= palmada + 2 pecho + 2 piernas + 2 culo
9= palmada + 2 pecho + 2 piernas + 2 culo + 2 patadas
Hemos ido representando algunos “números de teléfono” que nos inventábamos, terminando al principio con una palmada y más adelante, añadiéndole la palabra “café” (también hemos realizado alguna variante con “Raquel”).

Reflexión:
Con estos ejercicios hemos trabajado ritmo, atención y memoria. De nuevo, hemos visto ejercicios muy sencillos de realizar, en los que no es necesaria ninguna preparación puesto que trabajamos a partir de nuestro propio cuerpo y el de los niños, y que además es fácilmente graduable, es decir, podemos adecuarlo a las capacidades de nuestros alumnos con números más pequeños y más repeticiones.
Además, en caso de aplicar esta actividad a infantil, podremos trabajar a través de ella diversos contenidos fundamentales en la etapa: el conocimiento del propio cuerpo y los números, obviamente, pero se podrían introducir algunas variantes con las que se pudiesen trabajar otros, como propongo más adelante en la actividad propuesta para infantil.

3. Tareas

Propuesta de una pieza para realizar play-back con un instrumento:

La pieza que elegiría para realizar, al mismo nivel que hemos visto en clase, sería la que se puede escuchar en el siguiente enlace:


Se trataría de tocar en play-back la breve melodía tocada en xilófono que se repite en el estribillo, para lo cual primero debería contar con un xilófono para “sacar” las notas y enseñárselas al grupo. No es complicado, pero, al no tener conocimientos de música, necesitaría tener el instrumento delante para saber las notas que componen esta pieza.

Propuesta de ejercicio rítmico basado en una canción para Educación Infantil:

Ahora a nivel de la etapa de Educación Infantil, la actividad que propongo para realizar en clase es, a partir de una canción infantil como la de “Debajo un botón”, seguir el ritmo de las repeticiones del estribillo. La canción es la que se puede escuchar en el siguiente enlace:


La actividad consiste en seguir el estribillo, de manera que los niños intervengan en los momentos en los que la canción dice “Ton-Ton-Ton” y “Tin-Tin-Tin”. Esta intervención se puede dar de dos maneras:
-          Con percusión corporal: La clase estará dividida en dos grupos, uno de ellos será el encargado de pegar tres patadas al suelo cuando la canción diga “Ton-Ton-Ton”, y el otro estará encargado de dar tres palmadas cuando diga “Tin-Tin-Tin”. Esta actividad puede ser adecuada hasta los cuatro años, pero a lo mejor demasiado sencilla para los niños de cinco. En ese caso, no se realizan dos grupos, sino que todos ellos intervienen, con el sonido que corresponda, en ambas frases musicales.
-          Con percusión instrumental: La clase estará dividida, también, en dos grupos, uno de ellos será el encargado de dar tres golpes a un tambor cuando la canción diga “Ton-Ton-Ton”, y el otro será encargado de dar tres toques al triángulo cuando diga “Tin-Tin-Tin”. De nuevo, si este ejercicio resultara demasiado sencillo para los más mayores de la etapa, se podría realizar sin grupos, de manera que tocasen con las baquetas en el tambor al oír “Ton-Ton-Ton”, y que golpeasen las baquetas entre sí al oír “Tin-Tin-Tin”.
De este modo, como he comentado anteriormente, los niños no sólo trabajan el ritmo, el propio cuerpo, la memoria, la coordinación, sino que también se les puede introducir en el manejo de algunos instrumentos de percusión sencillos como pueden ser el tambor o el triángulo (se podría realizar con cualquier otro instrumento de percusión), y además también se relacionan con aspectos como “suave” y “fuerte”, por la diferencia entre una frase y otra, y además se todo ello se relaciona con una canción familiar para todos ellos, lo que les puede resultar más significativo por la cercanía a sus vidas.

martes, 10 de abril de 2012

6 de Febrero: Ritmo (II)

Esta sesión se puede dividir en tres partes, dedicadas de distinta manera al ritmo también. Estas partes son las siguientes:

1. Percusión con las manos

Para esta actividad nos hemos sentado en círculo en las sillas, con las manos apoyadas en las piernas. Hemos comenzado haciendo un ejercicio de ritmo muy simple, dando una palmada en la pierna correspondiente a la mano, y luego en la otra con la otra mano. Del mismo modo que los ejercicios realizados los días anteriores, y guiados, como siempre, por el profesor, hemos ido complicando el ejercicio, variando la intensidad de las palmadas para marcar los compases, y realizando otros movimientos como dar palmadas a la mano contraria en lugar de a la pierna.
Una vez dominado este ejercicio, el profesor ha introducido también música, de modo que nuestras palmadas debían seguir el ritmo de ésta, adecuándose a su velocidad y tipo de compás. Algunas formas de las que hemos tocado corresponden a los ritmos que se utilizan para tocar instrumentos de percusión manual, como los bongos, cajas, darbuka…

Reflexión:
Lo que hemos conseguido a través de esta actividad es ejercitar el oído, realizando ritmos simples y algo más complejos de manera aislada y luego junto con la música. Sirve, sobre todo, para oír el ritmo que lleva una música, y a un nivel superior, distinguir el tipo de compás que sigue. Sin embargo, y a partir de mi propia experiencia, creo que para lograr esto sería necesario practicar bastante más, ya que, aunque he sido capaz de seguir los ritmos tanto en solitario como aplicados a la música, sigo sin poder distinguir el tipo de compás que lleva, exceptuando tal vez casos muy claros como algunos de los vistos en clase. En cuanto a la aplicación en el aula de infantil, me parece un ejercicio demasiado difícil para tratar con alumnos tan pequeños, aunque seguramente esto es debido a que no me considero capaz yo misma de hacerlo, por lo que  no podría hacerlo aplicable al aula.


2. Los números corporales (II)

En esta actividad, también en gran grupo, hemos recordado lo realizado la semana anterior, y el profesor ha escrito en la pizarra un nuevo número (en concreto 3-3-5’-5-1-3-3-5). En primer lugar, hemos practicado pequeñas secuencias de esta frase, y una vez dominadas éstas, hemos pasado a representarla entera, primero con la posibilidad de mirar a la pizarra para acordarnos de la secuencia de números a seguir, y después, sin la ayuda de la pizarra. Además, también se han ido introduciendo algunas variaciones como añadiendo la palabra “café” al final de la frase, repitiéndola dos veces seguidas, o haciéndolo mirando la espalda de nuestro compañero y dando un paso en el momento de la ’. La actividad nos ha resultado difícil de lograr grupalmente: No sólo era necesario recordar los números y coordinar los propios movimientos, sino que también debíamos realizar los golpes exactamente al mismo tiempo. Por tanto, en el momento en que uno de nosotros se equivocaba, era necesario volver a comenzar.

Reflexión:
Como he dicho, la actividad es una variación de la realizada la semana pasada, por lo que se puede aplicar lo dicho acerca de ella en el apartado correspondiente al 30 de enero en este diario. La diferencia está en que en esta ocasión le hemos dado mayor importancia a la memoria, ya que era un número largo el que teníamos que recordar (8 cifras frente al máximo de 4 que hicimos la semana pasada). También es una dificultad añadida el hecho de haber dado tanta importancia a la precisión con la que todo el grupo debía realizar los movimientos y sonidos, lo que ha implicado una mayor concentración y coordinación a nivel grupal, no sólo individual. Ha cobrado, así, aún más importancia la figura del director de la orquesta como líder que guía hacia la armonía de todo el grupo.


3. Introducción a la salsa

La siguiente actividad que hemos realizado ha sido también en gran grupo y en corro: El profesor ha representado mediante un esquema simple en la pizarra una secuencia de tres movimientos de pies, que hemos ido repitiendo con ambos pies: Hacia delante, paso con el pie trasero, hacia detrás, y pausa. Hemos ido añadiendo otros pasos con la misma estructura pero hacia detrás, hacia los lados o cruzado en diagonal, y lo hemos practicado tanto en silencio marcando el ritmo el profesor, como con música de fondo.

Reflexión:
Este ejercicio, más que para aprender a bailar salsa, ni mucho menos, nos ha servido para ejercitar nuestro oído musical, nuestro sentido del ritmo y coordinación. Por otra parte, y a partir del ejercicio propuesto para realizar en casa, vamos a representar estos pasos básicos en papel, de modo que podamos recordarlos más adelante. Esto nos será muy útil siempre que queramos inventar o recordar una canción infantil con su baile, por lo que es de aplicación directa en nuestra futura profesión.

4. Tarea: 
Representar una secuencia de pasos similar a la vista en clase

A continuación, muestro la representación gráfica que hice en papel de los pasos vistos en clase.
En este primer dibujo muestro el esquema general en el que se ven todos los pasos desde un solo punto: La posición inicial, de la cual hay que partir para dar todos los pasos, es la que está coloreada y encuadrada.



En este otro esquema, están representados todos los pasos uno por uno. Debemos tener en cuenta de que partimos de la posición inicial antes especificada. El pie que se mueve en cada uno de los pasos está representado mediante un zapato coloreado.



lunes, 9 de abril de 2012

13 de Febrero: Afinación y Entonación

1. Corrección de las tareas

La sesión de este día la hemos dedicado, en primer lugar, a corregir la tarea propuesta la semana pasada. Los errores más comunes han sido los de no marcar la posición inicial de la que es necesario partir en cada paso, y el de olvidar el silencio que hay al final de cada compás, de tal modo que se saltan un tiempo. El objetivo de la actividad no era realizar el ejercicio de una manera determinada, sino lograr que nuestra representación fuese fácil de entender, tanto por nosotros en un futuro que hayamos olvidado los pasos que se representan, como por otras personas que no los hubiesen visto nunca. Por tanto, las correcciones se han realizado en base a esa claridad de la explicación gráfica, sin importar la estructura concreta en la que se presentase el trabajo.


2. Afinación y entonación

En segundo lugar, y desde nuestro sitio, hemos visto cómo el profesor realizaba un juego de mímica en el que presentaba tres “botones” imaginarios, representados por papeles de periódico tirados en el suelo. Cada uno de estos botones llevaba asociado un sonido que se activaba al pisar sobre ellos, siendo estos sonidos las tres notas “Do”, “Re”, “Mi”. Así, el profesor ha ido pisando estas notas en distinto orden, primero siguiendo la escala, luego a la inversa, y luego de manera salteada y con distintas duraciones de cada nota, entonando él las notas y entonándolas nosotros, y a continuación ha sacado algunos voluntarios para “tocar” estos botones también.

Reflexión:
Este juego desarrolla una capacidad muy difícil de adquirir, la de afinar y entonar correctamente las notas musicales, también llamado solfeo, que es el conocimiento básico necesario para saber música. Es por tanto un ejercicio muy interesante para realizar desde pequeños, para que los niños vayan aprendiendo a afinar su oído y su voz según la altura de la nota. La manera de representarlo es muy gráfica: En el suelo se observa claramente la escala cuando ponemos los periódicos en un orden, y podría ser aún más claro si asociásemos estos botones a colores, dibujos, números, letras… Esto es un aspecto también importante a tener en cuenta para realizar en el aula de infantil, así como la facilidad con la que se puede adecuar a cada edad y sus necesidades: Para realizarlo más sencillo podemos introducir multitud de variantes, como por ejemplo utilizar sólo dos botones, asociados a dos colores y dos notas muy diferenciadas, ayudarnos con instrumentos musicales o dibujos… Hacerlo más complejo también es posible, mediante la representación de una escala completa (con ocho botones), o incluyendo dos filas de modo que se toque a dos voces…


3. Nuevos pasos de baile

Por último, y brevemente, nos hemos situado de nuevo en corro, y el profesor nos ha presentado una nueva serie de pasos que debemos representar gráficamente, también con un compás de 4x4, pero en este caso, con tres pasos, dos de un pulso y un tercer paso de duración doble (una blanca). Las hemos practicado, por parejas, intentando seguir el ritmo de la música. Me he dado cuenta de que, a pesar de que cuando escucho música en mi casa intento sacar el compás que sigue cada canción, me sigue costando mucho entender el ritmo escuchando la música para bailarla.


4. Tareas:
Presentación del metrónomo en el aula:

La tarea consiste en diseñar una presentación para realizar en el aula, introduciendo el metrónomo como nuevo contenido. Tal y como ocurrió con el diapasón en la primera clase, tenemos que tener en cuenta que el maestro parte de conocer el metrónomo. 
Por tanto, para empezar responderé a las tres preguntas básicas que nos debemos hacer para conocer sus propiedades básicas:

¿Qué es? Es un aparato que puede tener distintas formas, siendo la forma tradicional parecida a la fotografía, con una escala recorriendo su estructura, y una aguja a modo de péndulo invertido.
¿Cómo funciona? El “péndulo invertido” posee un pequeño peso que se puede mover a lo largo de él, y que se regula mediante la escala presente en el cuerpo del metrónomo, que está expresada en pulsaciones por minuto (ppm) y en expresiones musicales referentes al tempo (tales como allegro, presto, andante…). Según la altura a la que se coloque el peso, el péndulo llevará una velocidad diferente: Cuanto más alto esté el peso, más cercano al extremo de la aguja, más lento irá, y cuanto más bajo se sitúe, más rápido.
¿Para qué sirve? El movimiento del péndulo produce una señal visual y acústica, que sirve para orientarnos y marcar el tempo, permitiendo al músico mantener el tempo constante.

En el siguiente enlace se accede a un metrónomo online, útil para conocer su funcionamiento:

Para realizar la presentación para la clase de infantil, lo primero que es necesario hacer es hacer una pequeña introducción de las propiedades arriba enumeradas. De este modo, antes de poner en escena el aparato, hablamos un rato acerca de la velocidad. ¿Qué es ir rápido?, ¿qué es ir despacio?, ejemplos, etc. A continuación, pensamos en cómo se puede medir esta velocidad… ¿Alguien lo sabe? Ante la respuesta de los niños, les proponemos entonces conocer un aparato que puede ir a la velocidad que nosotros queramos, que puede correr mucho mucho mucho, o ir leento como una tortuga.

Una vez puesto en escena, lo primero que debemos hacer con el metrónomo es experimentar con él para ver lo que hace. Para ello, podemos poner el peso en lo más alto del péndulo. Decimos que es cuando el metrónomo está más estirado y por eso es más grande. Y, ¿cómo se mueven las cosas que son muy grandes, como los elefantes? Se mueven muy lento: Nos ponemos a movernos por el aula como si fuésemos elefantes, dando pisadas lentas y fuertes. Después, bajamos al mínimo el peso, y decimos que es cuando el metrónomo es más bajito. Y ¿Cómo se mueven las cosas pequeñitas, como las hormigas? Se mueven muy rápido, todo el tiempo corriendo: Ahora nos movemos por el aula corriendo y haciendo movimientos muy rápidos con las manos. Pero el metrónomo también puede tener una altura normal, como nosotros. Si ponemos el peso en el medio, el metrónomo será como nosotros de grande, así que se moverá como lo hacemos nosotros: Nos ponemos a caminar a un ritmo moderado por el aula.
Una vez hemos explorado las distintas velocidades que puede llevar un metrónomo, podemos presentar algunos dibujos de movimientos u objetos que realicen un movimiento repetitivo cualquiera. Por ejemplo, los siguientes:




Un grifo que gotea agua de manera repetitiva, imaginando que lo hace muy lentamente. Podemos poner el dibujo mientras el metrónomo marca una velocidad lenta, y entre todos realizar el sonido de la gota al caer a la vez que suena el metrónomo. La representamos, por ejemplo golpeando dos dedos juntos contra la palma de la mano contraria.














La persona que sube las escaleras, imaginando que ya está bastante cansada así que tiene que subir muy despacio. Pondremos el metrónomo a una velocidad media, y entre todos realizamos el sonido de la persona subiendo las escaleras, mediante mímica o simplemente dando patadas al suelo al tiempo que marca el metrónomo.










El reloj, que marca los segundos, lo hace bastante rápido. Pondremos el metrónomo a una velocidad más alta, y los niños tendrán que representar su sonido golpeando sus piernas con las palmas de sus manos a la vez que suena el metrónomo.








Se podrían proponer otros muchos ejemplos, y también preguntar a los niños qué se les ocurre que podemos representar con el metrónomo, que ellos mismos digan ejemplos de cosas que hacen ruidos repetitivos rápidos o lentos.


Representación de pasos de baile (II):



La mejora que ha propuesto el profesor es que, para evitar tener que hacer una leyenda de colores como he hecho, se pueden representar los pasos en un pentagrama.


Buscar una canción con introducción:

Hemos visto en clase que en la introducción de las canciones predomina una nota, que sirve al cantante como una especie de trampolín desde el que impulsarse para comenzar a cantar. Después de haber visto algunos ejemplos en clase tocados en el piano por el profesor, nosotros debemos buscar un ejemplo. Uno muy famoso es el de la canción de John Lennon, Imagine. Puede escucharse en el siguiente enlace:

domingo, 8 de abril de 2012

20 de Febrero: Presentaciones del Metrónomo

1. Presentaciones del metrónomo

Esta sesión ha estado dedicada por completo a que nuestros compañeros llevaran a cabo la presentación del metrónomo pedida en la tarea de la semana pasada. En total hemos visto 16 actividades distintas, las cuales clasificaré según número de participantes, resumiré y comentaré a continuación:

Actividades en las que participa todo el grupo:

- El Señor Metrónomo. Se pone una cabeza en el centro de la estructura, y cuando suena, cada uno desde su sitio debe dar una palmada, y cuando se va hacia los lados, imitar su movimiento. A esto se le pueden añadir palabras como monosílabos (Sol) o de dos sílabas (Lu-na). Esta me ha parecido una idea muy buena, gráfica y didáctica, y que puede salir bastante bien en el aula.

- Cadena de sonidos. En corro, todos nos “pasamos” el sonido siguiendo el ritmo de metrónomo, realizamos, por ejemplo, una palmada cuando nos toca, y a continuación será el turno del siguiente, así hasta completar el corro y que llegue de nuevo a nosotros. Se puede practicar mediante distintas secuencias, como por ejemplo, palmada-palmada-pie. Se aumenta la velocidad para ir añadiendo más dificultad progresivamente. Esta idea es divertida, sin embargo, muy complicada en mi opinión, ya que incluso nosotros nos equivocábamos al hacerla, por lo que con los niños resultaría caótica. La manera en que se podría mejorar sería que todos hiciésemos lo mismo, por ejemplo, que todos diésemos una palmada, quitando el factor de la secuencia, demasiado complicado.

- Orquesta de ritmo. El grupo se divide en subgrupos, por ejemplo, uno da patadas, otro golpes en las rodillas y otro palmas. Van entrando en distintos tiempos al ritmo del metrónomo, dirigidos por un director en distintas entradas y salidas y distintas velocidades. Esta idea tiene el problema, según mi punto de vista, de que con el sonido de todos los grupos se oculta por completo la marca del metrónomo, y resulta muy difícil seguirlo sólo visualmente. Me parece interesante la idea de orquesta de ritmos, pero en ella no podría entrar en juego el metrónomo, a no ser que fuera sólo de manera introductoria, como guía, pero no como protagonista.

- Baile. En corro, se realiza una secuencia sencilla de movimientos, como por ejemplo, mover pies a los lados, luego mover cadera, y por último los brazos arriba. Se comienza bailándolos lentamente, pero después el ritmo del metrónomo irá en aumento. Esta idea ha sido la que más ha gustado a todos los compañeros de clase. Es sencilla y divertida, y muy fácilmente adaptable para niños de distintas edades. Está muy bien planteada, y la puesta en escena ha sido muy buena también.

- Mímica. Aquí, agrupo las ideas de tres personas distintas, que han propuesto moverse por el aula según la velocidad que lleve el metrónomo, y de distintas maneras: como animales (tortuga, caballo), suave o brusco, silencioso o fuerte… Estas ideas también son interesantes, sobre todo, según creo, porque son mucho menos dirigidas que todas las demás, dando opción al niño a que exprese lo que le transmite la velocidad del metrónomo de una manera más libre. La dificultad que observo es por ejemplo, la relación entre silencioso/fuerte con las velocidades lenta/rápida, no me parece algo obvio ni fácil de asociar. Sobre todo me parece buena idea la de los animales, que además es parecida a la que había propuesto yo en mi actividad.

Actividades en las que participan grupos pequeños:

- Escondite inglés rítmico. Los jugadores (que son un pequeño grupo por cuestión de espacio, pero podría realizarse con toda la clase) deben desplazarse de un lugar hasta otro, moviéndose sólo en los intervalos entre los sonidos del metrónomo. Esta actividad puede ser interesante, aunque quizás algo difícil para los niños. Yo introduciría el cambio de que, por ejemplo, sólo nos pudiésemos mover cuando el metrónomo va muy rápido, y cuando vuelve a ir lento, tenemos que quedarnos quietos.

- Conversación rítmica. Por parejas, mantener una conversación al tempo que va marcando el metrónomo, y que irá aumentando su velocidad gradualmente. Es una idea muy divertida y que ha gustado mucho en clase, aunque me parece de difícil aplicación para niños de educación infantil, ya que incluso en nuestra clase los voluntarios se quedaban “atascados” a la hora de seguir la conversación. Yo introduciría el cambio de que los niños canten una canción que conozcan bien (por ejemplo, una que cantemos todos los días en la asamblea) y lo hagan a distintas velocidades.

- Metrónomo humano. Aquí también resumo dos ideas distintas. Consiste en construir un metrónomo a partir del propio cuerpo del alumno, en un caso, haciendo una sola persona de metrónomo y marcando a otra persona la velocidad mediante distintas alturas de su mano para que el metrónomo humano se mueva acorde a ella, y en otro caso, construir el metrónomo con diferentes personas para cada una de las piezas. Estas actividades han sido planteadas de manera algo ambigua, y por lo tanto son un poco difíciles de llevar a la práctica. Sería necesario concretarlas más, y hacerlas más sencillas, para que pudiesen funcionar.

- Torre de manos. Construir una torre de manos siguiendo la velocidad que marca el metrónomo. Esta actividad es muy complicada, y considero que no se puede aplicar en el aula para presentar el metrónomo.

- Aros. En corro, y situados dentro de aros, ir saltando de uno a otro al tiempo que marca el metrónomo. Esta idea está algo inmadura, ya que cuando la hemos llevado a cabo en clase nos hemos chocado y no hemos conseguido el objetivo de la actividad. Sería necesario delimitar mejor las normas y ofrecer una explicación más clara de lo que hay que hacer.

Actividades en las que participa una sola persona

- Adivinar la velocidad. Un voluntario, sin ver el metrónomo, debe adivinar la altura que tiene el peso en el péndulo del metrónomo según la velocidad que escuche, y lo representará situando su mano a distintas alturas. Es una actividad demasiado complicada incluso para nosotros, por lo que no veo la posible aplicación para niños de 0-6. Además, una actividad en la que sólo participa una persona voluntaria es poco sostenible en el aula de infantil.

- Trabalenguas. Un voluntario recita un trabalenguas a las distintas velocidades que marque el metrónomo. Esto, como en el caso de la conversación rítmica, opino que sería más recomendable realizarlo con una canción bien conocida por los alumnos.


Después de ver las distintas propuestas de nuestras compañeras, hemos hecho una rueda de críticas constructivas y sugerencias, y después el profesor ha destacado algunos aspectos que debemos tener en cuenta, como por ejemplo:
-          No debemos utilizar el condicional para presentar una actividad.
-          Hay que dar explicaciones breves y claras, y en caso de confusión, actuar uno mismo de ejemplo
-          El metrónomo no ha tenido el protagonismo en la actividad que debiera, es importante cuidar el espacio para transmitir lo que queremos
-          Es interesante contextualizar el objeto para llamar la atención del público en un primer momento, por ejemplo, pasándolo a todos los alumnos, escondiéndolo por el aula…
-          Hemos utilizado el término “ritmo”, que no es adecuado para hablar del metrónomo.


2. Tareas:
Explicar la diferencia entre pulso, ritmo y tempo:

Pulso son las señales musicales periódicas que marcan el ritmo, el “latido de la música”.
Ritmo es el flujo de movimiento sonoro controlado o medido, y producido por una ordenación de elementos diferentes del medio en cuestión.
Tempo es la unidad usada para medir las expresiones auditivas de algún segmento musical. Marca la velocidad de la pieza musical.

Adaptar una canción para la actividad de presentación del metrónomo:

Como mi idea original de la presentación del metrónomo me ha gustado, he decidido mantenerla igual, pero añadiendo canciones con diferentes tempos. Seguiría utilizando dibujos propuestos como los que aparecen en la entrada anterior (13 de febrero). Para ello, he utilizado tres canciones, a las cuales he medido el tempo para coordinarlas con el metrónomo en el aula:
-          Fever, de Peggy Lee. Tiene un tempo de una velocidad aproximada de 65 ppm.  Se relaciona con el grifo goteando. Se puede escuchar pinchando en el siguiente enlace:  

-          Going Up the Country, de Kitty, Daisy and Lewis. Tiene un tempo de una velocidad aproximada de 88 ppm. Se relaciona con la persona subiendo escaleras. Se puede escuchar pinchando en el siguiente enlace:

-          La canción de la pantera rosa.  Se relaciona con el tictac del reloj.

De este modo, se relaciona el sonido y la velocidad del metrónomo con los sonidos cotidianos y repetitivos ya vistos, y estos a su vez con una pieza musical. Los niños deben escuchar, en primer lugar, las tres piezas, y después poner en orden los tres dibujos, y después volver a escuchar las canciones, haciendo los sonidos correspondientes con el cuerpo.


Representar gráficamente los pasos, esta vez en un pentagrama



sábado, 7 de abril de 2012

viernes, 6 de abril de 2012

12 de Marzo: Métodos de trabajo

La sesión de este día no ha estado dedicada a trabajar contenidos de la asignatura de música, sino que ha comenzado con algunas preguntas del profesor, y ante las respuestas, hemos acabado utilizando la clase para hablar de nuestra forma de trabajo y organización en clase. Las preguntas principales que hemos respondido son las siguientes:

- ¿Cómo trabajamos?
Nos pregunta si trabajamos mejor por tarea, es decir, que si ante el mandato de realizar un ejercicio para una fecha determinada somos capaces de marcarnos unos objetivos e ir haciendo esta tarea poco a poco, o bajo presión, es decir, antes de que acabe el tiempo límite para entregarlo. La respuesta ha sido, en general, que, aunque lo intentamos realizar con tiempo, al final nos acaba “pillando el toro”. Personalmente, el trabajo de las coreografías lo he realizado con mucho tiempo de adelanto, ya que la idea que tenía en mente era muy compleja, y en primer  lugar tenía que dedicarle un tiempo a comprobar si se podía hacer, y luego dedicarle una gran cantidad de tiempo a hacerla. Sin embargo, y a pesar de hacerla y terminarla con tiempo, tuve el problema del envío. Creí que comprimiendo el archivo podría enviarlo, pero era tan grande que ni aún así se pudo hacer. Por tanto, tuve que entregar el trabajo sólo a medias, lo que no fue producto de la falta de tiempo o planificación, sino que no fui capaz de encontrar un medio por el cual pudiese hacer llegar el archivo completo, ya que mis conocimientos de informática son muy básicos, y siempre me he visto limitada en este aspecto, a hacer las cuatro cosas más fáciles con un ordenador.
El problema que nos surge respecto a esto no es, en mi opinión, si preferimos realizar una tarea con tiempo de sobra o sólo la abordamos en el último momento, sino que tenemos una gran cantidad de tareas que hacer para las distintas asignaturas, y en muchas ocasiones no nos es posible dedicarle todo el tiempo que quisiéramos para hacerlas, por la razón de tener fechas límite que hacen que otras tareas sean más urgentes.

- ¿Qué es lo importante en nuestro trabajo con los niños?
Lo más importante, como hemos hablado, no es que el alumno perciba el trabajo que hemos dedicado a preparar una actividad, menos, obviamente, en la etapa de Infantil, donde los niños son demasiado pequeños para darse cuenta de estos detalles. Lo importante, por tanto, será que la presentación en el aula esté bien preparada, y que seamos capaces de hacer disfrutar a los pequeños. A partir de ahí, y si nos hemos propuesto unos objetivos claros y bien definidos, será fácil hacerles llegar lo que deseamos.
De la primera pregunta que nos ha hecho el profesor ha surgido un debate en el que hemos hablado de la situación en la que nos encontramos este curso, hemos hablado de nuestras preocupaciones respecto del siguiente curso, la falta de información que hay, así como la excesiva exigencia de muchos profesores, que nos cargan con una gran cantidad de trabajos, individuales y grupales, difíciles de realizar teniendo en cuenta que las clases son todas de asistencia obligatoria y por tanto no tenemos tiempo de realizarlas, y, sobre todo, que después de esta carga de trabajo, nos hagan exámenes que cuentan mucho más que todo el trabajo realizado durante el curso.
Ante esta avalancha de quejas, el profesor nos ha preguntado cómo nos organizamos, si nos ayudamos los unos a los otros, y parece que, en general, la respuesta ha sido que no lo hacemos. Muchas respuestas han sido que lo hacemos a nivel de pequeños grupos, pero no global. Sin embargo, en mi opinión esto no ocurre así. Considero que mi relación con todas las personas de la clase es muy buena, y nunca he negado ayuda a cualquier compañera de clase que me lo pidiese. Del mismo modo que mis apuntes han pasado entre muchas compañeras que no están en mi “pequeño grupo”, y que es frecuente que las compañeras me pidan ayuda para entender algo de cara a un examen o un trabajo, siempre que he pedido ayuda a otras personas he recibido todo lo que me podían dar: Desde consejos, como apuntes, directrices para realizar un trabajo que no termino de comprender…
El profesor nos ha ofrecido consejo para que podamos sobrellevar la carga de trabajos de una manera más grata, como realizar apuntes o trabajos de manera grupal, y sobre todo utilizar soportes informáticos donde podamos compartir la información que queramos. Esto, en cierta medida, ya lo hacemos a través de nuestro cuenta de correo común, aunque puede ser que no todos se impliquen tanto como pudiesen en este aspecto.


Nunca, nunca, nunca abandones

Esta frase se hizo famosa por ser pronunciada por Winston Churchill, presidente de los E.E.U.U., hablando del secreto del éxito.
He buscado y encontrado diversas referencias en Internet a esta famosa frase, como por ejemplo una referida a la “unción de Dios”, según la cual podemos abandonar aspectos materiales, pero nunca aquello que nos ha otorgado Dios. Otra de ellas se encontraba en un blog de un músico, que destacaba la perseverancia como cualidad necesaria para lograr una buena carrera en el mundo de la música. Muchas de las demás entradas que he encontrado hacen referencia al mundo de los negocios, consejos de cómo triunfar en este ambiente tan competitivo y arriesgado.
En resumen, podemos sacar la conclusión de que no debemos rendirnos ante las dificultades que encontremos en nuestro camino para alcanzar lo que deseamos, y esto puede ser aplicable tanto a nuestra carrera académica, como profesional, como a nivel personal.

Reflexión:
Aparentemente, y a efectos de contenidos de música, se podría decir que ésta ha sido una sesión “desperdiciada”. Sin embargo, hemos tratado, a través del debate y la reflexión, aspectos igualmente importantes, o más, para nuestra futura profesión. Hemos tratado las maneras con las que podemos trabajar, hemos subrayado la importancia de aprender aplicaciones informáticas como herramienta del presente y cada vez más, del futuro, y hemos insistido en la importancia del esfuerzo y la perseverancia para lograr las cosas que queremos.

¿En qué situaciones será útil recordar estos aspectos? La respuesta más cercana es la de la misma Universidad: Si queremos seguir adelante en nuestra carrera, debemos esforzarnos, colaborar, y explotar todos los recursos que podamos para acabarla lo mejor posible. Pero también será importante a la hora de buscar un trabajo, de seguir formándonos, ya que un maestro “nunca, nunca, nunca, debe dejar de formarse”, de preparar unas oposiciones y, sobre todo la famosa frase de Churchill será importante aplicarla en nuestro día a día en el aula: Trabajar con niños es una gran fuente de disfrute y satisfacción, pero también de frustraciones y decepciones. Cuando nos sintamos derrotados al acabar un mal día, o cuando nos frustremos por no conseguir un objetivo con nuestros alumnos, tendremos que recordar este consejo, y seguir persiguiendo nuestra meta de la manera que sea necesaria.

jueves, 5 de abril de 2012

26 de Marzo: Ritmos ternarios

En esta sesión hemos trabajado el ritmo, relacionado con la danza. Hemos dado una pequeña parte teórica, y a continuación, hemos hablado del vals.

1. Teoría sobre ritmo y danza

Para empezar, el profesor nos ha hablado de un lugar en Internet donde podemos encontrar distintas danzas. Es el blog “Danzas del Mundo” explica 93 tipos de danza, con explicación teórica de sus movimientos, incluyendo además vídeos sobre su realización. Es un espacio muy interesante, en el que podemos encontrar una gran variedad de danzas típicas de distintos países, y otros enlaces de interés.  Es conveniente conocer este blog, ya que puede sernos de gran utilidad cuando queramos aplicar distintos bailes a nuestros alumnos y no tengamos una idea clara de qué hacer.





Fundamentalmente, sólo hay dos tipos de ritmo en el mundo, que son los de tipo binario, y los de tipo ternario, con todas sus combinaciones posibles. También distinguimos dos tipos de danza fundamentales, la danza “al paso” (en la cual siempre tenemos contacto con el suelo) y la danza “al salto” (en la que hay momentos en los que no hay ninguna parte de nuestro cuerpo en contacto con el suelo). Si combinamos tanto el tipo de ritmo como el de danza, podremos obtener cuatro tipos básicos de danza, que, en orden de dificultad creciente de ejecución, son: “binario al paso”, “ternario al paso”, “binario al salto” y “ternario al salto”.

¿Cuál es la diferencia entre un ritmo de tipo binario y otro ternario? La diferencia estriba en el tipo de compás que se utilice, y podemos resumir esta diferencia en que en el compás binario, todo se puede dividir en dos, y en el ternario se puede dividir en tres. En general, la música que escuchamos tiene un ritmo binario: El rock, la música comercial, suelen tener este tipo de compás. La música ternaria es menos común en la cultura occidental, por lo que se utiliza por ejemplo, en publicidad, para llamar la atención del público. Ejemplos clásicos de música ternaria son el vals y las jotas.
Cuando se mezclan ritmos binarios y ternarios, surge un nuevo compás, llamado “en amalgama”. Un ejemplo de pieza musical famosa con este tipo de compás es la sintonía de “El hombre y la Tierra”, que utiliza compases de 5x4 para dar una idea de la naturaleza, de lo salvaje. Fue compuesta por A. García Abril, y podemos escucharla en el siguiente enlace:

Algunos ejemplos tradicionales de música con compases en amalgama son la música africana o el folklore del Este.
Existen otros tipos de música, como por ejemplo la bulería, que mezcla 2 compases ternarios con 2 binarios, pero no se considera compás de amalgama, porque se puede escribir todo en un compás de 6x8. Como nos ha comentado el profesor, el mundo del flamenco es muy difícil, y es la mejor escuela posible para escuchar y entender los ritmos.


2. Pasos básicos de vals

Todos los pasos que hemos aprendido en este curso han seguido un ritmo binario, más concretamente, en compás cuaternario. El paso más simple de ritmo ternario es el vals, y por eso lo hemos practicado en esta última clase. Los pasos básicos son muy simples: siempre se va de adelante-atrás: un paso largo hacia delante, paso con el otro pie sólo de punta, repetición con el primero con la punta, y a continuación, un paso largo hacia detrás con la pierna contraria que ha comenzado, otro paso con la otra apoyando sólo la punta, y repetición de la anterior, punta de nuevo. Existen algunas normas para bailar el vals:

-          No se puede avanzar linealmente (siempre se va hacia delante y detrás), por lo que se baila en círculos.
-          No se debe levantar el pie, sino arrastrarlo, para evitar pisar a nuestra pareja.
-          No se deben mover las manos que están juntas, se realiza un truco para aprender, que es sujetar una botella de agua abierta con estas manos.
-          En el giro, es necesario cambiar el foco constantemente, mirando siempre hacia el lado al que giramos.
-          El codo de la mujer debe estar apoyado en el brazo del hombre
-          La mujer siempre comienza dando un paso hacia delante con la derecha.

En este enlace, como curiosidad, se puede observar la escena en la que se baila un vals más larga de la historia del cine, bailado por los protagonistas de la película “El Gatopardo”, en el que además podemos observar cómo los actores cumplen las normas antes expuestas:

A continuación, presento una representación gráfica de los pasos básicos del vals:






Reflexión:
Este baile, como he dicho anteriormente, es interesante conocerlo por ser muy sencillo, y por ser un representante de las danzas de compás ternario. Así, puede servir para trabajar el oído musical, como contenido la música ternaria, y como complemento en algunas fiestas como puede ser la de Navidad, en la que las clases realizan una actuación para el resto del colegio y sus familiares.